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Desde que naciera allá por el año 1995, la web se ha reinventado dramáticamente de forma sistemática hasta convertirse en una realidad muy diferente a lo que es hoy por hoy. En efecto, los expertos de la profesión hemos asistido a estos cambios desde los días en los que la web era un mero expositor de contenidos hasta estos actuales en los que la web se ha convertido en una verdadera plataforma de ejecución y soporte a la interacción colaborativa. Frecuentemente, me gusta pensar que esta evolución ha atravesado, como ocurre en todos los periodos de la historia, por diferentes etapas y es que la evolución no solamente ha sido tecnológica sino que también ha venido acompañada de cambios culturalesen cuanto a la manera de consumición de la misma. En concreto yo advierto a diferenciar tres periodos bien diferenciados. En la web nomádica, el usuario realizaba actividades de consumición voraz de la información allí expuesta hasta esquilmar cada terreno digitales y pasar al siguiente. Durante la web feudal, el usuario se convirtió en un auténtico vasallo fiel tributario a las arcas de enormes espaciosde plataformas a cambio de un triste like. Hoy por hoy, el usuario es un ciudadano digital que vive unaweb democrática en la que son las organizaciones las que pelean por captar los breves espacios de atenciónde sus clientes. Este recorrido histórico tiene un relato de principios de soporte interesantes.
Las tecnologías de componentes web son una realidad que ha llegado a nuestros días. Hoy por hoy todoslos frameworks de mercado y todos los profesionales que desarrollan productos digitales sobre la web hacen uso de este tipo de soluciones para encapsular modelos de interacción sobre la base de contenidosvisuales. Sin embargo, el cambio paradigmático no está tanto en aspectos tecnológicos como pareciera pensar inicialmente, sino más bien en consideraciones de carácter metodológico. Y es que lo verdaderamente importante es crear catálogos de componentes bien formados que den respuesta precisa y adecuada a cadauna de las necesidades de interacción que surgen en el marco de las soluciones web. Construir catálogosignifica dejar de pensar en producto para pensar en dominio, dejar de operar desde la descomposición modularidad para construir en base a la reutilización compositiva, y dejar de pensar en desarrollo de componentes locales a proyecto para crear un verdadero lenguaje de composición declarativo que deforma a toda una superficie visual funcional y sin fisuras experienciales. Conocer los principios fundacionales del paradigma de componentes, la estructura anatómica y contractual de los mismos y lasetapas del proceso metodológico de construcción de catálogos es punto clave para la obtención de éxito en este tipo de iniciativas.
El desarrollo de soluciones digitales se ha enfocado, de manera convencional, como un proceso que nacedel diseño formal y sistemático de modelos de información que se desarrollan y despliegan en el lado del servidor. Solo entonces son consumidos por clientes específicos que elaboran solucionesvisuales a medida para los modelos de información así diseñados. Esta aproximación implica grandes ventajas con respecto a los desarrolladores de back que gozan de libertad absoluta en cuanto a la toma de decisiones refería a cómo diseñar los modelos de información subyacentes y cómo exponerlos en base a un espacio de recursos de acuerdo a los principios de las arquitecturas REST. Sin embargo, esta aproximación es penalizante en relación a los esfuerzos ímprobos que tienen que hacer los equiposde front para adaptarse de manera recurrente y sistemática a la demanda cambiante de la parte del back.Se impone, en este sentido, una inversión de control relacionada con la forma en la que deben ser enfocados los esfuerzos de desarrollo. Dado que los modelos de interacción en la parte del front son recurrentes y limitados, tiene sentido permitir que sean los desarrolladores de esta parte los que dirijan los procesos constructivos demandando a los desarrolladores de back que expongan un modelo de interrogación y respuesta adaptado a las necesidades visuales y interactivas que demanda la interfaz.
En los últimos 20 años la web se ha reinventado recurrentemente a si misma pasando de ser un mero expositor de contenidos estáticos a ser una verdadera plataforma de ejecución que da soporte a toda la interacción colaborativa entre los usuarios. Y es que ciertamente, el cambio no ha sido meramente tecnológico, que también, sino que se advierte una transformación igualmente relevantede carácter cultural referida a la forma en la que los usuarios perciben y consumen este medio digital. En particular, en todo este tiempo los usuarios han pasado de tener un rol eminentemente pasivo como meros consumidores observantes a mostrar una verdadera participación activa como contribuidoresde contenido. Me gusta pensar que toda esta evolución se ha producido a lo largo de tres grandestransformaciones que dan lugar a sendas webs bien diferenciadas: la web nomádica, la web feudal y la web consumista, aquella que los usuarios vivimos hoy en dia. Y es que lo cierto es que cada etapade este recorrido histórico tiene sus condiciones y sus principios fundacionales. Ser conocedores deestos aspectos es especialmente relevante para los técnicos y profesionales que creamos solucionessobre las arquitecturas de canales digitales que proporciona la web y, si queremos ser buenos asesoresde nuestros clientes, tendremos que conocer bien este relato y los principios asociados. Porque losusuarios siempre estarán donde quieran estar y no donde les pidamos que estén.