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Se está produciendo un gran cambio cultural dentro de nuestra profesión. Una transformación que tiene un gran calado social y que trasciende más allá de nuestras fronteras. Todo un nuevo ecosistema de valores diferentes al anterior mueven ahora a las nuevas generaciones a realizar sus procesos de búsqueda de nuevas posiciones laborales. Cobra mayor relevancia el tipo de proyecto, la orientación innovadora del mismo, el equipo de trabajo, la cultura de desarrollo ágil, la orientación a cliente, el uso de nuevas tecnologías en auge emergente, las formas de liderazgo por influencia no basadas en la autoridad,y ante todo se demanda una nueva forma de concebir el trabajo con condiciones laborales más realistas y actualizadas. Se acabaron los días de moverse por una motivación meramente económica y por llegar a posiciones de absurdo liderazgo jerárquico que te sacan fuera de tu profesión. Se acabaron los días de entrar en puestos de trabajo donde se premia más calentar el asiento que hacer una clara contribuciónsistemática a la cadena de valor. Se trata de construir, de aprender, de innovar, de co-crear y de ser medidos y valorados en base a objetivos razonables y bien definidos gozando de importantes grados de libertad en relación a dónde, cómo y cuándo desarrollo mi trabajo. Si eres capaz de definir un puesto de estas características podemos hablar. Sino renuncio a tu oferta porque tú no estas hecho para mí.
La responsabilidad de la arquitectura como disciplina en general, y la labor de los arquitectos en particular, ha sido siempre un punto de encendida controversia dentro de la profesión. Qué es exactamente un arquitecto, cuáles son sus responsabilidades, qué tipo de conocimiento le abala, dónde residen sus puntos de contribución en el marco de un producto y cuándo debe aportar valor dentro de un proyecto son preguntas recurrentes. Este espacio de encendido debate probablemente sea debido al hecho de que la labor de la arquitectura es tan amplia como multidisciplinar. Los arquitectos son responsables de velar por el cumplimiento de principios sobre el desarrollo del código, trabajar desde las trincheras en el diseño y construcción de modelos de solución de productos digitales, elaborar soluciones relativas a la integración o construcción compositiva de productos, idear arquitecturas de referencia, marcos de actuación, directrices, patrones de diseño y buenas prácticas o elaborar la arquitectura empresarial definiendo modelos de madurez, hojas de ruta y procesos de transformación digital. Y por si esto fuera poco, los cambios de transformación cultural que de la mano de las metodologías ágiles se han venido promoviendo en los últimos años han promovido una reconceptualización en la que la arquitectura deja de estar concentrada en un rol específico para ser una habilidad transversal que con frecuencia debe difundirse y cultivarse entre todos los miembros de cada equipo de trabajo.
Resultaría largo y elaborado hacer un análisis causal de por qué en los últimos años se ha producido unatransformación cultural verdaderamente dramática dentro de nuestra profesión. Sin la intención de hacerjuicios de valor sobre este hecho, lo cierto es que los profesionales del sector tienen, buscan y pretenden hoy en dia un plan de carrera horizontal frente a los clásicos movimientos de ascenso vertical sobre las asfixiantes pirámides corporativas. Los valores cambian y con movimientos sociales como el de la gran renuncia se prefieren factores de progreso profesional relativos al tipo de proyecto, el ambiente laboral, el tipo de corporación, el teletrabajo y la conciliación familiar frente a los factores convencionales de promoción basado en una nómina más abultada y un job position más largo y rimbombante.Este hecho sin embargo, contrasta de forma notable con la necesidad que tiene el mercado de absorber posiciones de liderazgo tecnológico y estratégico que requieren de habilidades difícilmente adquiribles a través de modelos de desarrollo horizontal. Si te pasas toda una vida clavando tachuelas a las suelasde los zapatos a buen seguro te convertirás en el mejor zapatero remendón pero será complicado que seascapaz de adquirir habilidades sobre diseño de calzado moderno. En este sentido, cada vez se advierte unamayor brecha entre perfiles centrados en el desarrollo con posicionamiento en el conocimiento tecnológico de un montón de siglas y perfiles de dirección arquitectónica y estratégica que requieren otrotipo de conocimientos, habilidades, valores e inquietudes. Estará por descubrir cómo impactarán estas diferencias en el futuro de nuestra profesión y como podremos hacer frente a las mismas.
La transformación cultural que vino de la mano de las metodologías ágiles puso rápidamente foco de atención en los procesos de desarrollo de software. Se trataba de crear productos más orientados al cliente con una participación activa del mismo en los procesos continuos de toma de decisiones y permitir que el proceso de construcción de los productos digitales fuera más una actividad de exploración y descubrimiento continuo sobre un espacio de problemas que el cumplimiento de un conjunto de requisitos y restricciones definidos, bajo contrato legal, en el marco de un pliego de proyecto. La comunidad de desarrollo de software aprendió rápidamente estas lecciones y empezó a aplicar una culturadel desarrollo fresca y dinámica basada en la resolución dialogada de problemas a través de metodologías de time boxing y procedimientos iterativos e incrementales. Si bien se puso mucho foco de atención en evangelizar sobre estas nuevas ideas en la literatura y en Internet, no se ha hecho tanto estrés en relación a que significa practicar el agilismo desde la actividad del diseño arquitectónico.Crear arquitecturas ágiles significa romper con los prejuicios de otras épocas en las que el ejercicio arquitectónico se entendía como una actividad de oráculo en el esfuerzo de crear un todo sistémico bien formado e inamovible. En su lugar hacer arquitecturas ágiles significa ser capaz de promover esfuerzos exploratorios de alcance local para resolver cada problema inmediato en el marco temporal en el que se aborda sin conflictos con las ideas de una construcción basada en la destrucción continua e incremental.